sábado, 14 de diciembre de 2013

Los perros negros, de Ian McEwan

En esta nueva entrada quiero hablar de esta novela. Todo el mundo conocerá a este autor por "Expiación", una gran novela llevada al cine, y uno de los libros que más me han impactado al leerlo.
Ian McEwan, inglés nacido en 1948, que siempre se remonta años atrás para darles un escenario a sus novelas. Sus personajes suelen estar marcados por algo que sucedió en el pasado y de lo cual siguen pagando las consecuencias. Además, es recurrente en él mostrar las consecuencias del capitalismo salvaje.

En el caso de "Los perros negros", el protagonista es Jeremy en varios momentos de su vida. Voy a hacer un resumen de mi propia cosecha: El chico antes mencionado tiene una triste historia. Sus padres murieron cuando él tenía ocho años y malvive con su hermana y su sobrina en Notting Hill. La afición del chaval es ir a las casas de sus amigo, pero no a jugar con ellos, si no a estar con sus padres. A mantener conversaciones y diseccionar el maravilloso mundo de los adultos.
La novela empieza a despegar cuando conoce a Jenny y empieza a salir con ella, siente fascinación por la chica, pero quienes realmente le cautivan son sus padres. June y Bernard Tremaine, una pareja con muchas cosas en común, aparentemente, pero que Jeremy no tardará en descubrir que viven sus vidas separados. Ganándose la confianza de su suegra empieza a escribir su biografía y, poco a poco, va reconstruyendo la historia de los dos, mostrando toda una serie de hechos que nos permiten conocer la historia del matrimonio. Es casi al final de la novela cuando sabemos qué son esos perros negros, aunque se van dando pinceladas desde casi el principio.


Antes de empezar con la opinión, decir que lo mejor del libro es dejarse llevar por la historia, y más sabiendo que McEwan siempre tiene un as guardado para el final, y no decepciona. El libro es una lección de vida, pequeña, pero difícil olvidarla.

Cuando crees que el libro trata de un niño al que le cuesta relacionarse con sus iguales, te equivocas, cuando crees que será un libro de penurias sobre una familia en los 70, te equivocas. Al final el autor pasa del protagonista principal, para exponer a otros dos personajes de forma muy relaista. June y Bernard. Dos maneras de enfrentarse al mundo.

June: Mística y espiritual.
Bernard: Científico y racional.
Pero no son solo sus posturas en la vida lo que les separa, aparentemente. Casi al final de la novela tienen un encuentro que marca sus vidas, en una pequeña comarca francesa.
El momento en que se escriben las memorias es clave: la Caída del Muro de Berlín en 1989. Cada uno cuenta a Jeremy su visión del mundo y de su matrimonio, June siempre con esos "perros negros" que la persiguen a lo largo de cada episodio, los fantasmas que la hacen bajarse en una parada distinta a Bernard y emprender una vida solitaria.



La época es clave: una Europa deseando abrazar el comunismo, a la espera de algo bueno tras unos años de fascismo, y cómo (a través de sus suegros) el chico puede distinguir el incipiente y necesario auge del socialismo, siempre en palabras de ellos. El mundo quería evolucionar y se encuentra en la diatriba de elegir entre comunismo o capitalismo. Y el lector se ve en el trance de decidir cuál de las dos posturas: un comunismo ortodoxo u otro más democrático tiene más sentido, contemplando la actitud de ambos suegros.

Muy buen libro, de un gran escritor. Me he quedado con ganas de más...