lunes, 2 de octubre de 2017

Los pacientes del Doctor García, de Almudena Grandes

Cuarta entrega de los "Episodios de una guerra interminable". Es una novela independiente de las otras tres, pero llegando al final he visto que es mejor leerlos en orden.


Argumento:
Tras la victoria de Franco, el doctor Guillermo García Medina sigue viviendo en Madrid bajo una identidad falsa. La documentación que lo libró del paredón fue un regalo de su mejor amigo, Manuel Arroyo Benítez, un diplomático republicano al que salvó la vida en 1937. Cree que nunca volverá a verlo, pero en septiembre de 1946, Manuel vuelve del exilio con una misión secreta y peligrosa. Pretende infiltrarse en una organización clandestina, la red de evasión de criminales de guerra y prófugos del Tercer Reich que dirige desde el barrio de Argüelles una mujer alemana y española, nazi y falangista, llamada Clara Stauffer. Mientras el doctor García se deja reclutar por él, el nombre de otro español se cruza en el destino de los dos amigos. Adrián Gallardo Ortega, que tuvo su momento de gloria como boxeador profesional antes de alistarse en la División Azul, para seguir luchando como voluntario de las SS y participar en la última defensa de Berlín, malvive en Alemania, ignorando que alguien pretende suplantar su identidad para huir a la Argentina de Perón.

Fuente: Planetadelibros.com



Autora: 
Almudena, que escribe porque se equivocó de carrera. Almudena, que trabajó escribiendo pies de foto en una editorial. Almudena, para quien lo importante es escribir con naturalidad. Almudena, que se defiende (y muy bien) en todos los géneros en los que se ha lidiado. Almudena, que se maravilla leyendo a Ana María Matute o a Carmen Martín Gaite (y se nota). Almudena, que crea grandes personajes femeninos pero también masculinos. Almudena, que opina que no se le da la visibilidad que merece a las mujeres escritoras. Almudena, que parece que haya escrito siempre. Almudena, siempre.

Opinión: 
Es un libro muy redondo, de personajes, de lugares, de búsquedas y encuentros. Sobra decir que su forma de escribir y narrar está fuera de toda duda, es espectacular.
Por eso, y algunas cosas más, me ha gustado. No sabía que un libro en el que la parte histórica tiene tanta importancia, y que se organiza en base a unos acontecimientos reales, me podía entretener tanto. Y, más que eso, que me podría tener en vilo. Más aún cuando todos sabemos cómo acabó la Guerra Civil, lo que en ella pasó. El Bando Republicano esperará una ayuda de la Unión Soviética que nunca llegará, siempre se sentirán abandonados, de ahí las decisiones y actuaciones de algunos personajes. Pero el libro va más allá de todo eso. Desgrano sin desvelar nada.

Por hacer una división de todas las historias de la Historia, hay dos tipos de personajes: los reales y los ficticios. No puedes evitar encariñarte más con los inventados, son los que se ven arrastrados por los acontecimientos, que en ningún caso han provocado. Son los que intentan cambiar la realidad, el estado de las cosas, las oscuras realidades.

La trama despega en el año 36, en unas fechas fatídicas para el País. Estamos en plena Batalla de Madrid, donde el Bando Republicano (apoyado por las Brigadas Internacionales y Milicias Confederales) intenta contener a los sublevados (apoyados por la Alemania nazi y el Reino de Italia). Situación que dura tres años, en los cuales hay una lucha externa, en el campo de batalla, y otra por controlar los canales de información.

                                   Parapetos republicanos en La Batalla de Madrid en Ciudad Universitaria

Surgen personajes como Norman Bethune, Hans Lazar o Clara Stauffer. Que van determinando la trama, con caracteres fuertes, a través de los cuales el lector entiende las actuaciones de personajes ficticios como Guillermo García (el doctor que titula la novela), Manuel Arroyo, Amparo Priego o Adrián Gallardo. Todos ellos haciendo equilibrios para no ser descubiertos y permitir que la historia fluya. 
Así vamos avanzando un poco más, en el periodo que va de 1936 a 1977, en distintos lugares: Madrid, Buenos Aires, Leningrado, Berlín. Mediante capítulos cortos la autora introduce hechos y personajes reales, para despúes cuadrarlos de forma magistral en la novela. Así se descubre a personajes como Sánchez Albronoz, Raimundo Saporta o Antonio Maura, entre otros. Son una par de páginas en las que lees asombrado pequeñas biografías que desconocías y explican muchas cosas, sin interrumpir demasiado la lectura.
A veces habrá que esperar a cambiar de capítulo, cambia de escenario y país, para saber cómo acabó algo que queda en el aire. Almudena teje redes del presente al pasado y al revés. Barros del pasado nos traerán a los lodos del presente.

Mientras los protagonistas caminan por el alhambre y el lector sufre por ellos, todos buscan su identidad. Como en toda trama de espías, la cuestión identitaria es muy importante, pero en este caso más. Ellos pasan por acontecimientos que les hacen replantearse sus motivos para actuar. Y todo esto en la piel de alguien que no eres tú, lejos de tu casa y rodeado de una gente muy peligrosa. No será fácil. Y es cuando los personajes luchan en la cotienda cuando las luchas internas se desatan y el lector se plantea si cualquier acto en favor de una causa que uno considera justa está bien si ayuda a imponer esta justicia o a ayudar a los suyos.
En medio de todo el caos, la organización clientelar de Clara Stauffer, su red (extendida a ambos lados del Atlántico), será el caldo de cultivo perfecto para todas estas disyuntivas que tiene Guillermo. 

Una luz se ilumina en medio de las tinieblas cuando las personas están por encima de unas siglas. Cuando hay un acto que demuestra que esas son las redes que de verdad importan.

Hacia el final se unen personajes de los otros tres libros de la Serie. Aparecen vínculos de estos personajes con aquellos. Y es de agradecer, es un todo, un gran fresco.

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