viernes, 20 de octubre de 2017

El adversario, de Emmanuel Carrère

Argumento:
Un relato escalofriante, una historia real que nos sume en el estupor, que es un viaje al corazón del horror, un libro excepcional que ha sido comparado con A sangre fría de Truman Capote.
El 9 de enero de 1993, Jean-Claude Romand mató a su mujer, sus hijos, sus padres e intentó, sin éxito, darse muerte. La investigación reveló que no era médico, tal como pretendía y, cosa aún más difícil de creer, tampoco era otra cosa. Mentía desde los dieciocho años. A punto de verse descubierto, prefirió suprimir a aquellos cuya mirada no hubiera podido soportar. Fue condenado a cadena perpetua.
Yo entré en relación con él, asistí a su proceso, dice el autor. He intentado relatar con precisión, día tras día, esta vida de soledad, de impostura y de ausencia. Imaginar lo que bullía en su mente a lo largo de las horas vacías, sin proyecto ni testigos, cuando se suponía que estaba trabajando y en realidad pasaba el tiempo en parkings de autopistas o en los bosques del Jura. Comprender, en fin, lo que en una experiencia humana tan extrema me ha tocado tan de cerca y que nos afecta, creo, a cada uno de nosotros.

Autor: Francés que nos hace reflexionar en todas sus novelas, sobre todo en el tema de la culpa, lo extraño, la mente humana, las complejas relaciones que establecen las mentiras, la delgada línea que traspasa el cerebro humano, los límtes de la cordura o el papel de la religión en nuestras trayectorias vitales. Ya leí "Una semana en la nieve" (que no tiene nada que ver con éste), que también aborda terrores, pero en este caso los de un niño que se siente indefenso en una situación desconocida, aunque para muchos podría ser de lo más normal. En muchos casos hace que te sientas del lado del personaje por muy siniestras y extrañas que sean sus intenciones.
Autor ya en la sesentena, no me resultaría extraño escuchar que ha ganado dentro de no mucho importantes premios de esos que reparten mucho dinero y fama (aunque la suya es ya bastante extensa).

Opinión: Me ha gustado bastante, es un hecho real novelado, creo que bastante fielmente. Una investigación, un buscar explicaciones a comportamientos que no tienen justificación alguna. Todo es un bucle en el que el protagonista (Romand) se ve envuelto, consciente o inconscientemente. Eso ya lo debe juzgar el lector. ¿En qué momento se empieza a construir el castillo en el aire? ¿Cuál es la razón de no poder dejar de poner piezas a la mentira? ¿Por qué se derrumba todo? Son preguntas que Carrère contesta. Y quedas satisfecho.
Me acerqué al libro pensando que sería de una forma, y es de las veces en que más me he aproximado, lo que se cuenta en la sinopsis no engaña.

El escritor dota al autor de mucha personalidad, es un perfil que seguramente interesará al que lo lea, más allá de las atrocidades de los asesinatos, crea mucho desasosiego. Es espeluznante que una persona, que en realidad pasa tan desapercibida para el resto (tan anodina en la superficie), pueda llegar a extremos incomprensibles para las comunes mente del resto de los mortales. Si miráis su foto posiblemente lo veáis como una persona muy normal, amable, incapaz de romper un plato. Pero su psicología es de lo más compleja. Incluso en los momentos para él más complicados, en los que se ve acorralado, se cuenta que (paralelamente) está intentando construirse otra vida.


                                     El monstruo y su familia, un año antes de los trágicos hechos


Mientras recorres las páginas piensas que los crímenes son la punta del iceberg, pero que debajo que lo que se ve a simple vista, hay mucho escondido. No dejas de ponerte en su papel, por difícil que parezca, y es realmente angustiante la sensación de que le van a pillar. O no dejar de cuestionarte por qué no lo descubrieron nunca. Esto te conduce a la sensación de que nadie le conocía, nadie se molestó ni se preocupó en indagar, en acercarse, ni sus amistades, ni su mujer, ni su familia... Es impactante cuanto menos. Si piensas en ti mismo... ¿Conoces realmente a la gente que te rodea?

Otra cosa que llama la atención es que sus mentiras son grandes, pero no tanto como para conseguir fama o repercusión, son mentiras domésticas, engañando a su entorno más cercano. Podría ser una sucesión de pequeñas mentiras. Y, aún así, el esfuerzo es gigante. Comparado con gente que ha mentido a la opinión pública y se ha hecho conocida por cosas no vividas o por atribuirse mérito que no tenían. Inmediatamente piensas si merece la pena vivir en esa situación de alerta constante.


Recuerda mucho a la novela de Capote "A sangre fría", salvando las distancias, la del americano es una historia muy cruda, bastante más detallada en sus partes más escabrosas, y en la que el autor influye mucho en la investigación. La de los crímenes de Kansas es más profunda y literariamente superior, seguramente. Aquí todo se cuenta desde la distancia. Emmanuel no se recrea en los aspectos morbosos, y opta por no "rellenar" los espacios en blanco que provoca la desmemoria del protagonista en aquellas escenas de las que no quedó otro testigo. Resuelve ese tipo de situaciones con hipótesis plausibles pero sin ocultar que son inconfirmables, lo cual recuerda al lector que al fin y al cabo se halla ante una reconstrucción periodístico-literaria y no ante una auténtica novela. El interés del escritor se centra especialmente en tratar de adentrarse en la psicología del criminal, en tratar de entenderlo.



A muchos les podrían sonar los sucesos relatados en el libro porque se hizo una película llamada "La vida de nadie" con José Coronado, inspirada, una adptación muy libre (gracias por el dato Sole).


La palabra que define al libro es: espeluznante.


                                                                 ✩ 

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